jueves, 21 de mayo de 2009

Música, espiritualidad y evangelización

Autor: Carlos Seoane


Desde los inicios la música ha sido un vínculo privilegiado de comunicación entre Dios y los hombres, basta que mencionar que Dios mismo ´´danzaba y gritaba de júbilo´´ cuando su pueblo le era fiel (Sof. 3, 17-18) y que el propio Jesús cantaba junto a sus apóstoles (Mc. 14, 26)


¡Pero... que papel jugaban los músicos en el plan de salvación de Dios?.

En el antiguo testamento encontramos que la música era utilizada para ALABANZA Y ADORACION a Yahveh. Al respecto, podríamos citar todo el libro de Salmos del rey David; pero sin duda David no fue el único personaje bíblico que cantaba y danzaba a Yahveh, ya que también lo hacían Moisés (Ex. 15, 1-17); Ana, la madre de Samuel (1 Sam. 2); el rey Ezequías (Is. 12); tres jóvenes (Dan. 3, 52), Tobías (Tob. 13); etc. Sin embargo, esta dimensión ´´lúdica´´ de la música se combinaba con una fuerte dosis testimonial y profética.

También vemos que la música era utilizada en el A. T. para la GUERRA. De hecho y por instrucciones directas del mismo Yahveh, los músicos solían ser enviados DELANTE de los ejércitos ejecutando sus respectivos instrumentos en alabanza a Dios y tan pronto LA MUSICA EMPEZABA A SONAR, el poder de Dios se MANIFESTABA Instantáneamente derrotando al enemigo (Josué 6, 1-5) (2 Cor. 20, 13-23).

Resulta apasionante descubrir como la música en la antigüedad era utilizada para EXCITAR EL BUEN ESPIRITU (1 Sam. 10, 5) así como para ALEJAR EL MAL ESPIRITU (1 Sam. 16, 14-23). Es muy descriptivo el párrafo donde el rey Saúl, aquejado de un extraño mal, solo encontraba calma y bienestar cuando David tocaba la cítara (léase actualmente "guitarra").

Atributos del músico


Cuando Saúl preguntó a sus servidores por algún "MÚSICO DE DIOS" para que lo calmara, un criado hizo una descripción de David, MENCIONANDO SEIS ATRIBUTOS de su personalidad que bien podríamos atribuirlos a aquel que aspire a ser un músico de Dios contemporáneo:

SABE TOCAR:
Esto implica necesariamente "trabajo" y práctica diaria. Se trata no solo de ejecutar un instrumento, sino de "saber como hacerlo y hacerlo bien". Ello conlleva a buscar condiciones mínimas adecuadas para "tocar bien" hoy en día (instrumento y audio en buenas condiciones, etc.) y constante perfeccionamiento de la ejecución.

ES VALIENTE:
Una tentación para los músicos cristianos es el "dar vuelta en círculos". Vale decir, el cantar solo entre creyentes, sin arriesgarse a dar testimonio en otros ámbitos no cristianos. Sin embargo un compromiso del músico de Dios actual debe ser "abrir" nuevos frentes y respaldar a otras pastorales ante auditorios eventualmente adversos.

HABIL PARA LA GUERRA:
Pero no se trata de cantar en cualquier lugar y condición, ni usar el lenguaje religioso en ámbitos donde sabemos que ello genera un rechazo inmediato. Estamos en una ´´guerra´´, donde los chicos reciben constantemente un "bombardeo" de mensajes, que van desde lo irrelevante, hasta lo abiertamente negativo; y nosotros debemos (antes de pregonar el rechazo a la música secular) proponer una alternativa musical diferente e imaginativa.

AGRADABLE PARA CONVERSAR: Otras traducciones aluden a "PALABRA AMENA". Nuestra misión como cristianos y como músicos de Dios es ser "sal de la tierra y luz del mundo" (Mt. 5, 13), por tanto nuestras letras, debiendo tener una dimensión profética de denuncia, no puede quedar SOLO EN ELLO.

Así mismo, el músico de Dios debe COMUNICARSE con su público de manera efectiva, y no elaborar versos tan complejos que solo él y un grupo selecto puede entender.

DE BUENA PRESENCIA:
En la antigüedad, la buena presencia estaba también relacionada con la AUTENTICIDAD de la persona. Alude a Que la "presencia" de la persona resulta "grata" en cualquier circunstancia. En tal sentido, cabe preguntarnos, cuan "auténticos" somos los músicos, tanto en el escenario (léase: Templo, Auditorio, Salón Parroquial, etc.) y fuera de él.

YAHVEH ESTÁ CON ÉL:
Esta es la distinción exclusiva de los músicos de Dios. Hasta el punto anterior, cualquier buen músico podría formar parte del "clan"; haciendo cantar, bailar, gritar, etc. Sin embargo, el nivel espiritual del músico le da una plusvalía que los hace experimentar que tanto Dios obra a través de la música CONVIRTIENDO CORAZONES. La pregunta es ¿Por qué yo, que he acompañado 1.000 misas; o 500 retiros y 100 recitales, nunca nadie me ha dicho que se ha convertido a Jesús escuchando mi música; mientras Pedro evangelizó a 3.000 con UN SOLO DISCURSO. (Hechos 2, 41)?.

Hoy en día, el Espíritu Santo está suscitando el surgimiento de un verdadero "ejercito" de músicos católicos en América Latina y el resto del mundo, quienes sostienen una desigual y difícil "guerra" contra los antivalores cada vez más promocionados por los multimedios.

La mano del Espíritu se nota más, cuando este ejército ha tenido que bregar contra la propia indiferencia eclesial de los inicios, revertir la tendencia a una respetuosa "simpatía" (con visos de apoyo) y sobre todo seguir creciendo a pesar de no contar con la difusión de medios de comunicación masivos.



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