domingo, 1 de marzo de 2009

*Cuaresma: ¿Qué cantos utilizar y cuáles no?

La cuaresma es un tiempo de penitencia, meditación y reflexión, es un tiempo de Oración.
Pra las celebraciones litúrgicas de este tiempo Cuaresmal, se utilizará el color Morado.

Canciones:
Los cantos de la celebración Eucarística y otros, deben ser cantos "sobrios", no muy alegres y se deben elegir cuidadosamente las letras: no deben contener palabras como: gloria, aleluia, ni expresiones que demuestren que jesús ya ha muerto y redimido (por ej: "..murió en la cruz y nos salvó.."; o "nos ha salvado", "nos ha redimido"), es decir, nada que nos "adelante" al tiempo litúrgico que viene.

Durante este tiempo, y hasta el sábado de Gloria (vísperas del Domingo Pascual) en la lista de cantos se suprimen definitivamente: el Aleluia, el Gloria y otros señalados por el sacerdote.

Lista sugerida:

  • Canto de Entrada
  • Canto de Perdón o Kyrie
  • Antífona que anuncie el momento del Evangeio o bien, Silencio
  • Canto para el momento de la Colecta Material
  • Canto de Ofrenda
  • Santo
  • Padre Nuestro (puede ser rezado)
  • Cordero
  • Canto de Comunión
  • Canto de Meditación o Acción de Gracias
  • Canto de Salida

El Mensaje:
Deben ser acordes al mensaje de la Palabra de Dios, ayudando a que quienes las escuhen puedan comprender el amor de Dios, y puedan acompañar en su corazón, a Jesús durante estos cuarenta días. No debemos dejar de lado las expresiones de confianza, de esperanza en la promesa de Dios: "Me voy, pero volveré".
Sabemos que el mismo Hijo de Dios caminará por el desierto cuarenta días, luego será ultrajado y crucificado; pero sabemos por FE en Sus Palabras, que Resucitará, y con Él, nosotros.

Instrumentos musicales:
Debemos ser prudentes y utilizarlos con moderación, con la mayor suavidad posible, ya que el "ruido" corresponde más bien a momentos de fiesta.
En la cuaresma, acompañamos las celebraciones y a la asamblea con el silencio, suaves melodías, y poco barullo. Debemos tratar que nuesros hermanos puedan unirse a Dios en la oración más íntima.
Sería conveniente dejar de lado el uso de batería, guitarra eléctrica, bombos, panderos, y otros instrumentos no adecuados para este tiempo de meditación.

Servidores Músicos y Cantantes:
Los servidores de la Música Sagrada deberán también, al igual que todos, practicar dentro de lo posible, la oración, la limosna y el ayuno.

No veamos ésto de descartar algunos instrumentos como una "traba" para nuestro servicio (ya que el baterista no tendrá cómo servir en misa musicalmente, como quien ejecute el pandero...); porque justamente nuestra obligación es Servir al Señor y a los Hermanos, aún "quedándonos de lado" en algunas cosas.
Ayunar, muriendo a esas pequeñas vanidades que como músicos muchos no pueden evitar.
Confesemos nuestros pecados a un Sacerdote, para vivir en Gracia estos momentos con Jesús, y permanentemente en oración.
Brindemos limosna material (compartiendo nuestra comida o regalando ropa a quien no la tiene, por ejemplo) y espiritual (brindando el perdón a quien nos ha ofendido, por ejemplo).

*Cuaresma

Cuarenta días de preparación para la Pascua...

¿Qué es la Cuaresma?
La Cuaresma: es el tiempo en que recordamos los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto
como preparación para su vida apostólica.
En este tiempo, la Iglesia nos pide que intensifiquemos nuestra vida cristiana.


A este tiempo de Cuaresma, le llamamos también tiempo de C O N V E R S I Ó N o de C A M B I A R EL C O R A Z Ó N, “vosotros tenéis un corazón de piedra” que significa que a veces no somos como Jesús quiere: somos envidiosos, perezosos …, etc.
Pero también tienes un corazón de carne que significa las veces en que nos parecemos más a Jesús.

La Cuaresma es el tiempo de vivir con mayor intensidad: la oración, la reconciliación y las obras de misericordia.
Para ayudarnos, se nos recomienda que practiquemos los “ejercicios cuaresmales”.

Estas prácticas son:
•El ayuno
•La limosna
•La oración


A Y U N O
Ayuno de comida y bebida, que será agradable a Dios, ya que nos servirá para templar nuestro cuerpo, a veces tan caprichoso y regalado; y hacerlo fuerte para poder así acompañar al alma en la lucha contra los enemigos de siempre: el mundo, el demonio y nuestras propias pasiones desordenadas.


Ayuno y abstinencia, sobre todo, de nuestros egoísmos,vanidades, orgullos, odios, perezas, murmuraciones, malos deseos, venganzas, impurezas, iras, envidias, rencores, injusticias, y la insensibilidad ante las miserias del prójimo.

Ayuno y abstinencia, incluso, de cosas buenas y legítimas, como por ejemplo: ayuno de mucha televisión, de diversiones, de cine, de bailes durante este tiempo de cuaresma; para reparar nuestros pecados y ofrecerle a Dios un pequeño sacrificio como un acto de amor.

L I M O S N A

No sólo la limosna material: lunas cuantas monedas que damos a un pobre mendigo en la esquina.
La limosna tiene que ir más allá: Prestar ayuda a quien la necesita, enseñar al que no sabe,
dar buen consejo al que nos lo pide, compartir alegrías y tristezas, repartir sonrisa, y lo más importante…
OFRECER NUESTRO PERDÓN A QUIEN NOS HA OFENDIDO.

La limosna es esa disponibilidad a compartir todo, la prontitud a darse a sí mismos.
Significa la actitud de apertura y la CARIDAD hacia el otro.

Y, finalmente, L A O R A C I Ó N
Si la limosna era apertura al otro, la oración es apertura a Dios. Sin oración, tanto el ayuno como la limosna no se sostendrían; caerían por su propio peso.

En la oración, Dios va cambiando nuestro corazón, lo hace más limpio, más comprensivo, más generoso... En pocas palabras: va transformando nuestras actitudes negativas y creando en nosotros un corazón nuevo y lleno de caridad.

La oración es generadora de amor. La oración me induce a la conversión interior. La oración es vigorosa promotora de la acción, es decir, me lleva a hacer obras buenas. Miremos mucho a Cristo en esta Cuaresma:
Antes de comenzar su misión salvadora se retira al desierto cuarenta días y cuarenta noches.
Allí vivió su propia Cuaresma, ORANDO a su Padre, AYUNANDO... y después, salió por nuestro mundo REPARTIENDO SU AMOR, SU COMPASIÓN, SU TERNURA, Y SU PERDÓN.


Que Su ejemplo nos estimule y nos lleve a imitarlo en esta cuaresma.
No olvidemos: ORACIÓN, AYUNO Y LIMOSNA.

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