domingo, 1 de marzo de 2009

*Cuaresma

Cuarenta días de preparación para la Pascua...

¿Qué es la Cuaresma?
La Cuaresma: es el tiempo en que recordamos los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto
como preparación para su vida apostólica.
En este tiempo, la Iglesia nos pide que intensifiquemos nuestra vida cristiana.


A este tiempo de Cuaresma, le llamamos también tiempo de C O N V E R S I Ó N o de C A M B I A R EL C O R A Z Ó N, “vosotros tenéis un corazón de piedra” que significa que a veces no somos como Jesús quiere: somos envidiosos, perezosos …, etc.
Pero también tienes un corazón de carne que significa las veces en que nos parecemos más a Jesús.

La Cuaresma es el tiempo de vivir con mayor intensidad: la oración, la reconciliación y las obras de misericordia.
Para ayudarnos, se nos recomienda que practiquemos los “ejercicios cuaresmales”.

Estas prácticas son:
•El ayuno
•La limosna
•La oración


A Y U N O
Ayuno de comida y bebida, que será agradable a Dios, ya que nos servirá para templar nuestro cuerpo, a veces tan caprichoso y regalado; y hacerlo fuerte para poder así acompañar al alma en la lucha contra los enemigos de siempre: el mundo, el demonio y nuestras propias pasiones desordenadas.


Ayuno y abstinencia, sobre todo, de nuestros egoísmos,vanidades, orgullos, odios, perezas, murmuraciones, malos deseos, venganzas, impurezas, iras, envidias, rencores, injusticias, y la insensibilidad ante las miserias del prójimo.

Ayuno y abstinencia, incluso, de cosas buenas y legítimas, como por ejemplo: ayuno de mucha televisión, de diversiones, de cine, de bailes durante este tiempo de cuaresma; para reparar nuestros pecados y ofrecerle a Dios un pequeño sacrificio como un acto de amor.

L I M O S N A

No sólo la limosna material: lunas cuantas monedas que damos a un pobre mendigo en la esquina.
La limosna tiene que ir más allá: Prestar ayuda a quien la necesita, enseñar al que no sabe,
dar buen consejo al que nos lo pide, compartir alegrías y tristezas, repartir sonrisa, y lo más importante…
OFRECER NUESTRO PERDÓN A QUIEN NOS HA OFENDIDO.

La limosna es esa disponibilidad a compartir todo, la prontitud a darse a sí mismos.
Significa la actitud de apertura y la CARIDAD hacia el otro.

Y, finalmente, L A O R A C I Ó N
Si la limosna era apertura al otro, la oración es apertura a Dios. Sin oración, tanto el ayuno como la limosna no se sostendrían; caerían por su propio peso.

En la oración, Dios va cambiando nuestro corazón, lo hace más limpio, más comprensivo, más generoso... En pocas palabras: va transformando nuestras actitudes negativas y creando en nosotros un corazón nuevo y lleno de caridad.

La oración es generadora de amor. La oración me induce a la conversión interior. La oración es vigorosa promotora de la acción, es decir, me lleva a hacer obras buenas. Miremos mucho a Cristo en esta Cuaresma:
Antes de comenzar su misión salvadora se retira al desierto cuarenta días y cuarenta noches.
Allí vivió su propia Cuaresma, ORANDO a su Padre, AYUNANDO... y después, salió por nuestro mundo REPARTIENDO SU AMOR, SU COMPASIÓN, SU TERNURA, Y SU PERDÓN.


Que Su ejemplo nos estimule y nos lleve a imitarlo en esta cuaresma.
No olvidemos: ORACIÓN, AYUNO Y LIMOSNA.

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