La palabra evangelio es una palabra compuesta que se puede traducir al latín como “Buena Noticia”
La palabra Evangelio, “Buena Noticia” a su vez posee un similar en el griego, esta es la palabra "Kerigma", que se traduce como pregón o anuncio.
En el ambiente académico de hoy se presentan dos hipótesis sobre el origen de la palabra “Evangelio” para denominar el mensaje de Cristo Jesús, una de ellas es el origen Helenístico y la otra el origen Palestinense.
Según la teoría del origen Helenístico: la palabra "Evangelio" se utilizaba, por lo tanto, para la gente de esta cultura, no era una palabra extraña; no obstante el uso que recibía era distinto al uso que se le dio en el cristianismo; por ejemplo: está escrito que al nacer el emperador Augusto, se proclamó la “Buena noticia” del nacimiento del futuro emperador, pero este uso era más bien político.
Los contextos en los cuales se utilizaba esta palabra no poseen similitud con el uso Cristiano, o sea la hipótesis no es válida.
Según la teoría del origen Palestinense: Flavio Josefo, en una de sus obras utiliza la palabra “Espléndida noticia” y es el único lugar donde aparece este término; por lo tanto no sirve para dar una explicación fundamentada y un claro origen Palestinense a este termino.
En la tradición Judía, encontramos está palabra en dos lugares; ambos utilizados por el Profeta Isaías.
Is 61, 1b : “Me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres”
Is 52, 7 : “Que hermoso es ver llegar por las colinas al que trae la Buena Noticia ”
Lo notable del libro del Profeta Isaías es que en ambas perícopas se trata de la “Buena Noticia” que trae el “Profeta Escatológico”; por lo tanto se refiere a la “Buena Noticia” por excelencia.
No obstante, el uso de la palabra “Evangelio” para denominar la biografía de Jesucristo y su mensaje de la Salvación Escatológica, es un uso nuevo, creado por el evangelista Marcos.
Es decir, que la palabra Evangelio, tal como la conocemos hoy, es una palabra netamente cristiana, era necesario un termino nuevo para expresar el evento “Jesús de Nazareth”
Marcos al escribir la biografía de Jesús, es el primero en designar esta palabra para identificar su obra literaria. Se puede decir que en aquel tiempo ya se habían escrito algunas biografías, pero la obra evangélica nos muestra que es algo más que una biografía, de hay que podemos afirmar que el “Evangelio” es un genero literario único.Para descubrir de mejor manera el alcance del termino Evangelio es importante realizar un análisis de los “Incipid” de los Evangelios
(Incipid: Encabezamiento)
2. Incipid del Evangelio de Marcos (Mc 1, 1)
“Comienzo del Evangelio de Jesús Cristo Hijo de Dios”
(traducción exacta del Griego)
Marcos al escribir: Comienzo, se refiere al fundamento en su obra literaria; o sea el está diciendo: “Quiero mostrarles el Kerigma”
Si vamos al significado exacto podemos entender que Marcos dice: “Este es el anuncio de la Buena Noticia de Jesús Cristo Hijo de Dios”
No obstante, el “de” Jesús, puede traducirse tanto de forma subjetiva como objetiva.
Subjetiva: Jesús es el proclamador.
Objetiva: Jesús es el proclamado.
Al revisar la obra se llega a la conclusión de que ambas traducciones son válidas; el Evangelio es un anuncio cuya validez y autenticidad proviene del hecho de que Jesús existió, por lo tanto al hablar de Evangelio es hablar de revelación y hablar de revelación es hablar de Jesús. Esto nos queda más claro en la perícopa (Mc 8, 35)
“Quien quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mi o por el evangelio la salvará”
De esto podemos obtener que “Jesús es el Evangelio”, es decir, Jesús y el Evangelio no se pueden separar; son una sola cosa.
De está forma podemos entender que el Evangelio busca responder a dos preguntas:
¿Quién es Jesús? y ¿Cuál es el sentido de su obra?
En las segunda parte del incipid de Marcos: “Jesús Cristo Hijo de Dios”, podemos concluir lo siguiente:
Jesús Cristo Hijo de Dios
a: El Evangelio habla del Jesús Terreno, lo que realizó en su vida como hombre de carne y hueso.
b: Cristo: Ungido, Mesías. Jesús terreno se comprende solamente en una relación directa con Dios. El termino Cristo nos da la cercanía al hombre y esto nos demuestra e indica que todo aquel que se acerca a Cristo Jesús será salvado; pues Él es el Salvador.
c: El termino Ungido se reafirma con el título de “Hijo de Dios”; El Evangelio nos muestra nada más que a Jesús como Salvador, Él es la “Salvación Escatológica”.
3. Incipid del Evangelio de Mateo (Mt 1, 1)
“Libro de la generación de Jesús Cristo Hijo de David Hijo de Abraham”
(traducción exacta del griego)
En este Evangelio Mateo indica que el lugar central lo utiliza el camino y la obra de Jesús a quien confiesa como el Cristo.
Mateo nos da un origen, pues a su parecer hay que estar atento a la filiación rabínica de Jesús, esto ocurre pues Mateo escribe su obra para las comunidades israelitas.
En este incipid Mateo nos da a conocer que Jesús es la parte esencial de la historia de la Salvación. El Antiguo Testamento es el libro sobre la historia de la Salvación que Dios le promete al pueblo de Israel, desde Abraham, pasando por David y esta obtiene su culmine en Jesús.
Mateo como le escribe a los israelitas, al llamar libro a esta obra, hace relación con el libro de la Ley, “La Torá”, o sea el Evangelio para el Cristiano es La Torá; pues el Evangelio es la Ley.
Podemos ver como en el transcurso de la obra literaria, se platean los temas y el como se van dando ciertos reglamentos, como en el libro del Pentateuco.
4. Incipid del Evangelio de Lucas (Lc 1, 1- 4)
Este sobrepasa el largo normal de un incipid, por lo tanto podría también llamarse Prohecho o Prólogo.
En este, Lucas no habla de Evangelio, el habla de una Narración, esto es una historia; en griego se traduce “Diéresis”; y toda diéresis posee un orden.
Lucas dice que narra ordenadamente los sucesos de la vida de Jesús, que solamente se entienden a la luz de la Pascua, estos hechos, dice: “los escribo tal como me lo han narrado los testigos oculares y servidores de la Palabra ”.
El “Y” quiere decir que los “Testigos oculares” se convirtieron posteriormente en “Servidores de la Palabra”. Entendemos “Servidor de la Palabra” como aquel encargado de anunciar esta, la “Buena Noticia”; lo que indica Lucas es que para ser un “Servidor de la Palabra” primero se debe ser un “Testigo”.
“Testigo Ocular” es aquel que fue tocado por Jesús, aquel que por medio de una experiencia con Jesús su vida a sufrido un cambio. A partir de esta experiencia es que se puede anunciar, proclamar; nadie puede proclamar, sino a sido “Testigo” (ejemplo: los peregrinos de Emaus)
Lucas escribe preocupado por el “hoy” que está ocurriendo en su comunidad, haciendo referencia a que lo que ocurre hoy (Años 80 – 85) es lo mismo que ocurrió en la década de los 30 (vida pública de Jesús).
Lucas al escribir, no solo busca hablar de lo que ocurrió y que tiene similitud a lo que está ocurriendo, sino que nos llama a ser “Testigos Oculares”, o esa, su mensaje es que quien lee y recibe el Evangelio se convierte en “Servidor de la Palabra”.
“Evangelio no es el ayer, es el hoy, lo que ocurre en mi vida presente al relacionarse con Jesús Cristo a la luz del Evangelio”
5. Observaciones sobre el Evangelio de Marcos
• El Evangelio de Marcos inicialmente llega hasta la perícopa 16, 8; lo demás fue agregado por la comunidad y esto recibe el nombre de “Apéndice Canónico”.
• En Mc 10, 29 Jesús habla de perder la vida; “les aseguro que cualquiera que por mi o por el Evangelio haya dejado...” esto viene en relación con la pregunta del joven rico. Lo que busca Jesús aquí es explicar lo que el hace en nosotros, “Jesús es la nueva racionalidad” el aceptar el Evangelio nos exige el abandono total, pues el anuncio de la “Buena Noticia” se realiza de forma testimonial; o sea, no lo que Jesús hizo, sino lo que Jesús hizo en mi o en otras personas (Mc 14, 9) “les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se anuncie la Buena Noticia, se hablará también de lo que hizo está mujer”.
• En Mc 13, 10 dice que el Evangelio debe anunciarse a todas las naciones, haciendo referencia al “mundo pagano”, o sea Jesús dice que este debe tener una cobertura amplia.
• En Mc 14, 9 nos dice al “mundo entero”, el Evangelio debe anunciarse además al mundo antero.
• En Mc 16, 15 nos habla de anunciarlo a toda la creación; o sea el evangelio posee una dimensión cósmica, este debe alcanzar a todo lo que hay pues Jesucristo es Dios y Dios es el Creador de todo y no solo de los hombres; de hay aquellos Santos como “Francisco de Asís” que le anunciaba el Evangelio a los animales. “Es la creación la que se salva, no solamente el hombre” (Arca de Noé).
6. Fidelidad Conservadora.
Los Evangelios Canónicos, son escritos entre los años 65 al 90 después de Cristo, siendo el primero de estos el de Marcos y el último el de San Juan. (año 96 después de Cristo)
Los Evangelios Sinópticos, Marcos, Mateo y Lucas; presentan entre ellos grandes coincidencias y se piensa que los que redactaron estos escritos, si bien eran Cristianos, posiblemente nunca conocieron al Jesús terreno.
(Los escritos más cercanos a la vida de Jesús, son las cartas de Pablo, aproximadamente 15 años después de su muerte) Al poseer está información, nos obliga a cuestionarnos sobre la veracidad de estos escritos; que validez poseen, que tan ciertas son las palabras de Jesús que conocemos hoy y porqué razón Marcos, Mateo y Lucas son tan similares en su contenido; ¿se copiaron unos a otros?
Sabemos que Jesús no escribió nada físicamente; pero por una costumbre judía el maestro se dice que escribía en las mentes de sus discípulos.En la cultura israelita existía la llamada “Fidelidad Conservadora”. Está práctica significaba que si bien los maestros nunca escribían algo, enseñaban de tal manera con el propósito de que sus discípulos recordaran y repitieran con exactitud las palabras de este.Era bien visto que los discípulos supiesen las enseñanzas al pie de la letra y las pudiesen repetir con exactitud; eso hablaba bien del maestro y del discípulo. Está era la forma en la cual se transmitía de generación en generación las enseñanzas en forma exacta y sin necesidad d escribirlas en papel o papiros.
Jesús al pertenecer a esta cultura también debe haber realizado dicha práctica; es más podemos ver como Jesús para hablar y entregar su mensaje utilizaba dos formas básicas: primero, las parábolas, cuentos fáciles de aprender y segundo, una forma poética de versos cortos, que también son fáciles de memorizar, por ejemplo: “Dejad que los niños vengan a mi”; “no juzguéis y no serás juzgado”; etc...
Otra de las tácticas que utilizaba Jesús es referirse en sus predicaciones al libro del Profeta Isaías; ese libro era muy conocido en la época de Jesús, pues es el que se encontraba en todas las Sinagogas.
Por lo tanto, podemos entender que si bien las palabras o frases que conocemos de Jesús el día de hoy, si bien posiblemente no son exactas (además por un factor de traducción del Arameo al Griego, de este al Latín y de ahí al Español), si podemos estar seguros que son la base, que mantienen su fondo, esencia.
7. Bautismo
La palabra Bautismo significa "Baño", para los judíos esta palabra no era extraña, ya que para ellos el bañarse era una práctica de suma importancia, pues por muchas razones quedaban impuros, ya que su ley era teocrática; ésta les exigía bañarse para purificar su cuerpo; si revisamos el libro del Levítico podremos ver las muchas razones por las cuales quedaban impuros y alejados de la comunidad y era necesario bañarse para solucionar esta situación. Por está razón cuando Juan Bautista hablaba de bautismo para los judíos no era extraño.
Cuentan los evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan que previo a que Jesús iniciara su vida pública apareció Juan apodado “El Bautista”, quien tal como había dicho el profeta Isaías el sería “Una voz que grita en el Desierto...”.
Efectivamente Juan habitaba en el desierto en las cercanías del Río Jordán y desde allí instaba a los israelitas a convertir sus corazones y a ser bautizados para ser lavados de sus pecados (Mc 1, 4).
Si revisamos en (Génesis 2, 5) dice que en la tierra no había plantas ni hiervas por que Dios no había hecho llover sobre la tierra, o sea la tierra era un desierto; un desierto previo a la creación del hombre, en otras palabras, el origen es el desierto.
El origen es donde Dios actúa, pues Dios es El Creador.
Juan el Bautista al decir: “Yo soy la voz que grita en el desierto” dice que el nos habla desde el origen.
Juan habitaba en el desierto (Mc 1, 4) y desde allí invitaba a la gente a ser bautizados; la gente se dirigía al desierto para ser bautizados por Juan (Mc 1, 5), el ir al desierto significa “volver a los orígenes”, donde Dios crea, donde Dios perdona los pecados y vuelve a edificar.
El hombre no puede salvarse a si mismo, no puede volver atrás para limpiar su vida del pecado; no puede iniciar una nueva vida sin antes morir a su vida anterior, pero para Dios no hay nada imposible y el si puede hacer eso.
Ir al desierto, es reconocerse pecador, incapaz de cambiar, es ir a encontrarse con aquello que el hombre no puede lograr por sus propios medios, pero que Dios si puede realizar, pues Dios es El Creador.
En (Mc 10, 17- 31) cuando el joven rico habla con Jesús y se va triste al escuchar las exigencias que Jesús le colocaba para alcanzar la vida eterna; Jesús dice lo difícil que es salvarse, los apóstoles en ese momento entran en crisis, ¿y quién podrá entrar en el reino de los cielos?, ¿quién podrá salvarse?; Jesús les responde que el hombre no puede salvarse solo, pero si puede entregarse a la creación de Dios; Dios es el único que puede salvar, disponiendo de tu existencia, creando un ser nuevo en ti.
“La Creación, la Salvación comienzan en el desierto”
a. Corrección.
Dice en (Mc 1, 6) que Juan Bautista se vestía con piel de camello, esto es un error de traducción, pues si Juan se vistiese con piel de camello estaría impuro para los israelitas, por lo tanto los judíos no se le podrían acercar por temor a quedar impuros y su mensaje sería inconsecuente, ya que el camello era un animal impuro (Lv 11, 4 y 11, 8). La traducción correcta es que Juan se vestía con “pelo de camello” y con un cinturón de cuero.
Pelo en griego es Trijas.
Si revisamos en (2 R 1, 8) encontraremos que el Profeta Elías se vestía con pelo de camello y con un cinturón de cuero; a partir de Elías, ese era el uniforme de los profetas, o sea Juan se vestía como Elías, pero no solo por que el fuese un profeta, sino por que Juan era el nuevo Elías.
b. Jesús el que Viene.
Juan proclama a Jesús como “el que ha de venir” (Mc 1, 7) dice que el que viene detrás de mi es el más fuerte, está frase la podemos ver desde dos perspectivas. El fuerte en la Biblia es Satán (Mc 3, 27) por lo tanto al decir que Jesús es el más fuerte, Juan está proclamando que Jesús tiene poder sobre el demonio.
De esta forma nos demuestra Juan que Jesús viene a vencer el mal, así mismo queda demostrado cuando el primer milagro de Jesús es un exorcismo que realiza en Cafarnaum (Mc 1, 21- 28) y (Lc 4, 31- 37).
La otra perspectiva para ver está frase es que Juan dice que el bautiza con agua pero que Jesús bautizará en Espíritu Santo, o sea cuando llegué Jesús, el bautizo de Juan deja de ser efectivo, por lo tanto Juan finaliza su tarea con el bautizo de Jesús.
"Yo Bautizo con agua. El Bautizará en Espíritu Santo"
Juan al decir “en” se refiere a que el Espíritu Santo es la esencia del bautismo que realiza Jesús; el bautismo es recibir el Espíritu Santo y el Espíritu Santo es Dios, por consiguiente bautizarse es llenarse de Dios.
La diferencia básica sobre el bautismo de Juan y el de Jesús; es que el de Juan era una preparación para la conversión, para obtener el perdón, “el preparaba el camino” y el bautismo de Jesús es el perdón del pecado.
Sabemos que el pecado es la ruptura con Dios, por eso al decir “en” el Espíritu Santo, decimos “en” el perdón; lo que nos hace entender que el bautismo nos conduce a la reconciliación más profunda con Dios, es el encuentro con el creador.
c. El pecado contra el Espíritu Santo
(Mc 3, 28) Jesús nos promete que Dios perdona todos los pecados, pues para el no hay nada imposible; no obstante en el versículo 29, nos explica que la blasfemia contra el Espíritu Santo es el único pecado que no puede ser perdonado.
Blasfemia es levantar un insulto contra Dios o contra algo sagrado; el Insulto contra Dios es no creer en Dios, en su poder, en su amor, en su perdón, o sea es negarse a la salvación de Dios, es no dejar que Dios te perdone; tal como dice San Agustín:“Aquel que te creó sin ti, no puede salvarte sin ti”
La Blasfemia contra el Espíritu Santo, es no abrirse a la gracia del Espíritu, no aceptar el perdón de Dios y si el hombre no se entrega, no puede ser salvo.
d. Conclusión
El Bautismo es una experiencia de encuentro de encuentro con Dios, el Bautismo es recibir el perdón de Dios y por medio de este perdón, alcanzar la salvación. O sea todo el evangelio es una experiencia de perdón por medio de la acción del Espíritu Santo.Y el Espíritu Santo solamente lo da Jesús.
“No hay Bautismo en el Espíritu fuera de la persona de Jesús”
Jesús es el Bautismo
Jesús es el Perdón
Jesús es la Salvación
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